Conferencia de Omar Rincón en la UCA


Omar Rincón es crítico de televisión y catedrático en la Universidad Javeriana de Colombia. Además, es el Director del Centro de Competencia en Comunicación para América Latina.

Omar expuso varios ejemplos de experiencias de comunicación para el desarrollo en Latinoamérica. Según él, los comunicadores somos estrictamente narradores, es decir, vivimos la comunicación y la exponemos a partir de experiencias propias. La comunicación es, por tanto, un fenómeno ligado y muy parecido a la Globalización, ya que ambos se viven, se sufren y se gozan por todos.

La comunicación para el desarrollo ha recibido diferentes nombres a través del tiempo. Por ejemplo: comunicación educativa, comunicación para el cambio social y comunicación para la democracia. El nombre que se le dé no es el importante: lo que en verdad importa es el hecho de que su interés primordial es trabajar por y para la sociedad.

Durante la conferencia, Rincón abordó varios puntos que se relacionan directamente con la Globalización. Por ejemplo, un tema importante es el de las comunidades indígenas y cómo se visibilizan o no en nuestra sociedad. Omar puso varios ejemplos de cómo estas comunidades han logrado sobrevivir en un mundo acelerado, donde son excluidas de los principales procesos de comunicación. Ese es uno de los costos de la Globalización Social y las desigualdades que promueve: la diversidad cultural se ve amenazada. Por eso es importante analizar cómo se ve la comunicación desde esos sectores.

En este sentido, me gustaría resaltar una frase que Omar dijo, citando a unos indígenas con los que trabajó: “Cuando nosotros tejemos las mochilas, lo que estamos tejiendo son pensamientos. Por eso antes de venderlas, les quitamos los pensamientos para que no se nos pierdan”. La comunicación sirve para aprender a mirar. La perspectiva de los grupos a los que no pertenezco es igual de importante que la mía: la comunicación debe servir para eliminar esas desigualdades promovidas por la Globalización.

Otro punto interesante es el de que gracias a la comunicación, hoy nos consideramos ciudadanos, somos sujetos políticos. Eso no pasaba antes. La ciudadanía es fundamentalmente una experiencia en la que negociamos poder. Un medio de comunicación puede convertirse en ciudadano porque puede servirle a diferentes comunidades para expresarse, o sea, para negociar poder. En esa medida, podemos afirmar que a través de la comunicación comienza a existir cierto sistema democrático en las relaciones interpersonales. Es decir, que uno de los consensos de la Globalización y Política comienza a cumplirse en nuestras sociedades latinoamericanas.

Sin embargo, un tercer punto importante contradice al anterior: las medidas gubernamentales respecto a los medios públicos. Y aquí vuelve a entrar el tema de la Política democrática. La ausencia de políticas de Estado se vuelve problema porque no lleva a que la gente actúe. Un ejemplo que ponía Rincón era el de los canales de televisión nacionales. Los canales culturales resultan aburridos para la audiencia y pocas veces se producen programas novedosos. Por ende, se sigue fomentando el monopolio de espacios de comunicación, y los grandes canales de televisión optan por reproducir patrones de otras sociedades. Esta puede ser una consecuencia indirecta de la Globalización Hegemónica, ya que la situación se ve desde una perspectiva económica y no importa tanto desarrollar o fomentar temas culturales y sociales.

Un último tema que me parece importante tocar es el de la creatividad en los procesos interactivos a través de la tecnología. La tecnología en el sentido de que la Globalización promueve una convivencia entre lo tradicional y lo moderno. Ahora es mucho más fácil utilizar un espacio de comunicación para acercar comunidades y crear un sentido de pertenencia a un espacio imaginario. Un ejemplo concreto sería el de un programa de televisión en Guadalajara que Omar mostró. Según él, el programa es pésimo, al igual que el conductor y la escenografía. Sin embargo, es visto por miles de mexicanos que viven en Estados Unidos, ya que les recuerda a sus raíces culturales.